ADELITA

La música y Luis Martin

Hoy es el cumpleaños de nuestro amigo Andrés Roig . Conocí este virtuoso del piano en San Cristóbal. Llegó a Venezuela , de su Cuba natal , para participar en un concurso de piano . Creo que quedó en el primer o segundo lugar. Se enamoro de una joven venezolana, violinista y con ella y su hijita Alejandra se fueron a San Cristobal para formar parte de la Orquesta Sinfónica del Táchira.Esto sucedió en el año 92 o 93
Andres tuvo la deferencia de darle clases de piano a Luis Martin. La historia es bella porque, aunque eramos muy amigos no me atrevia a decirle que Luis queria estudiar piano...un dia le dije y el inmediatamente aceptó. Comenzaron las clases en un pequeño teclado que tenia Luis, a cambio de una tacita de café y del gran afecto que nos teniamos...A veces las clases eran en un piano de un cuarto de cola que habia pertenecido a Maria Asunta, la cuñada. Andres marcaba las notas en el teclado y con su gran paciencia enseñó a Luis sus primeras pequeñas piezas.
Andrés es polifacético, cocinaba riquisimo. Una noche llegamos a su casa y estaba preparando un pollo, es uno de los mas ricos que me he comido en mi vida. Cosia algunas piezas de su ropa, le vi chaquetas y chalecos muy interesantes. Con la crisis del país nos abandonó, se fué a Rio donde ya tiene 10 años.
Este inicio de Luis en la música le abrió la mente de una forma asombrosa. A partir de esa experiencia, Luis comenzó a leer y escribir. Lamentablemente le ha faltado escuela. En San Cristobal no habian opciones, solo las escuelas regulares de Educación Especial donde no sales del circulo y donde, al contrario una persona con pocos problemas,viendo a los demas, puede agravar su caso. Un dia le dije a la directora de la escuela que yo aspiraba que Luis aprendiera a leer y la respuesta de ella fue que " todavía no se habian inventado los transplantes de cerebro". Sin embargo, en medio de aquella falta de caminos llegó Mercedes Orozco, la queridisima Meche. Habia estudiado educación especial en Boston y llegó ,como mi mamá, con su cúmulo de conocimientos y de sueños a su terruño ,con su familia. Formó una escuela y ahi estuvo Luis hasta que ,por lo ya sabido Meche resolvió volver a Boston. Fueron dos años que se aprovechó su dulzura, su gran calidad humana. Es dificil conseguir personas con la espiritualidad y fortaleza de Meche en ese mundo de los niños especiales, donde, lamentablemente el dinero parece ser lo mas importante. Ese peregrinar con Luis nos ha llevado a conocer muchas personas con problemas de distinta indole. Muchas veces pensamos que eso le sucede a los otros, que eso a mi jamás me tocará y no, la vida a veces nos hace ver y sufrir situaciones que no teniamos en nuestro plan de vida.
Esta pequeña pero muy sentida historia la escribo deseandole a nuestro amigo ,Andres Roig mucha salud, éxito y que su grandeza de corazón no se pierda nunca. Tambien para meche, todo nuestro amor.

La foto es del teclado de Luis Martin, el mismo la tomó y todos los dias estudia sus pequeñas piezas.