Friday, September 01, 2006

Frivolas....

Asi se llama un programa de radio , dirigido por Elisabeth Fuentes y Valentina Quintero. Yo trato de no perdermelo porque lo disfruto muchísimo, no solo las entrevistas, los comentarios sino lo mejor de todo, sus propias vivencias que son inigualables. De 11:30 am hasta las 12:30 es risa y mas risa , mientras me ocupo del almuerzo y otras cosas. Lo transmiten por Onda, del grupo Unión Radio.
Hoy hablaron de compras y me hicieron recordar las aventuras que he tenido en algunas oportunidades. No me gusta comprar, soy malísima para eso. Por lo general termino comprando cosas que no eran lo que yo habia pensado, tengo el problema, grave, que soy despistadísima, entonces termino comprando algo azúl cuando necesitaba amarillo .
De mis chascos con las compras las mas llamativas son las de los zapatos. He llegado a mi casa con zapatos del mismo pie.claro, podria echarle la culpa a la vendedora..... En una oportunidad le compre a Martin ,en Cúcuta ,unos zapatos deportivos color mostaza, Martin decia que eran mono corriendo, combinados con negro, hoy dia acepto que eran espantosos. La mayor felicidad para Martin fué cuando vio que los dos zapatos eran del mismo pie....Esto mismo me sucedio en los Estados Unidos; cuando los zapatos llegaron a Caracas se habia repetido la historia. En las dos oportunidades pude arreglar la situación, eran otros tiempos y teniamos la oportunidad de movernos facilmente. Recuerdo la cara de la gringuita cuando yo llegue con mis dos zapatos....y ahi en el depósito estaban los dos del otro pie. Resultado, termine teniendo dos pares muy parecidos, uno para Maria Eugenia y otro para mi.
Cuando fuimos a conocer los padres de Mónica, que viven en Caracas, nosotros estabamos en San Cristóbal. Me compré un vestido para la ocasión y necesitaba unos zapatos negros. Me fui a una zapateria y le pregunté a la señorita si tenia algo en oferta y me dijo que si, me sacó unos zapatos que tenian muy buen precio; me mido un zapato, me quedaba perfecto y listo. Cuando, ya en Caracas , me pongo los benditos zapatos, habia uno que me pegaba, entonces le dije a Publio que lo revisara para ver si tenia algo adentro, el me dijo, mamá esto no tiene nada....total, el zapato era mas pequeño que el otro, que tal??, me toco ir a la visita jugando a " disimular que soy una cojita".Cuando regrese fuí a la zapateria pero ,por primera vez, no hubo forma que me los cambiaran......trate de estirarlos con todos los trucos que dicen por ahi, que si los metes al congelador, que si le metes trapos mojados en aguardiente, que si le metes periodicos, lo llevé al zapatero para que lo estirara...nada ,todo fue infructuoso, terminaron en la basura porque a quien le podian servir unos zapatos con esas caracteristicas.......continuará.......


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