ADELITA

Hace dias estaba con la idea de mandarme a hacer unos lentes nuevos, he tenido dolores de cabeza fuertes, puyadas en un ojo y la sensación de tener una nata en el ojo, además veo un árbol y no puedo distinguir las hojas y ni les cuento cuando veo una montaña. Total, esta mañana fuimos al optometrista del pueblo y tremendo susto que me dió porque lo primero que me dice es que yo tengo un ojo perdido, que solo un ojo esta haciendo todo el esfuerzo para ver. Muy extrañada le digo que yo estoy viendo mal pero que algo veo. El vuelve a repetir el exámen y me repite lo mismo. Pasamos a la parte de leer las letras de lejos y de cerca y el señor me dijo que era mejor que fuera a un oftalmólogo porque habia algo en el ojo que no me permitia ver. Bueno, ni les cuento mi angustía, ya me sentia tuerta, hasta veia menos de la cuenta. En fin, ahora tenemos una oftalmóloga y me fui a verla, me hizo el éxámen rutinario, nada de especial pero considero que estuvo bien. El resultado de maravilla, no tengo nada, unos ojos muy bien cuidados, el deterioro ´de la pila de años encima pero nada especial ni maligno. Me mandó mi formula y unas gotas para la irritación.
Ya está decidido que el jueves me sacaran el cancersito y esta mañana fuimos a la clínica porque los exámenes de sangre se quedaron allá, el médico cirujano los vió y hasta me felicitó por lo bien que estoy. Cuando llegamos a la clinica nos encontramos un cachorrito pequeñito solito acostado en un montón de hojas secas, a mi esas situaciones me matan, total, Martin fué a comprar una empanada de carne para darsela y el perrito se la devoró con un gusto envidiable, ya yo habia decidido traerme el cachorro para la casa, ya hasta nombre le tenia, pensé este perrito es MIO y asi se llamará, bueno, Martín opinó que los perros de la casa lo matarian y yo con aquel dolor que me da ver un animalito abandonado, pero tuve suerte porque cuando salimos ya el cachorro no estaba y nos extrañamos y la sorpresa fué cuando lo vimos acostado con su mamá debajo de un árbol. Quien sabe cuanto tiempo de vida les daran a los dos, quien sabe cuanto tiempo durará su piel sin los estragos de la sarna y el hambre. Todas estas situaciones me dan una profunda tristeza y muchas veces lloro de la impotencia. Eso le comentaba a la oftalmóloga cuando me dijo que tenia algo resecos los ojos, le dije deben estar secos de la lloradera porque cuando vives en lugares rodeados de tantas carencias lo menos que se hace es llorar.