Y nuevamente volvimos a Caracas, fue un viaje relampago porque se murió un cuñado de Martín. Descansó Gustavo con 84 años y casi 60 de matrimonio.
Me siento satisfecha de haberlos acompañado en esos momentos tan tristes porque Josefina y Gustavo ademas de sus hijos siempre fueron nuestros grandes amigos en la familia.
Quiso Gustavo que sus cenizas fueran regadas en El Avila. Querido amigo, descansa en paz y gracias por todos los momentos que nos brindastes en la vida.
2 comments:
Paz a sus restos que de seguro están entre la brisa y el aroma de ese Ávila tan respetado y querido.Saludos Adelita
Gracias por su visita! Què blog tan "refrescante" tiene. Nos visitamos, la voy a poner en mis links.
http://venezuelaysuhistoria.blospot.com
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