Tenia mas de una semana con el blog abandonado. Ha sido una semana que empezó con un intensivo de pintura de brocha gorda, limpiar, lavar, acomodar, desengaños, calenteras y el sábado llegó una amiga de San Cristóbal a pasarse unos dias en la casa. Para esto impermeabilizamos y pintamos El Estuche; la pintura decía "crema", pero ha debido ser crema de chocolate o de café porque cuando terminé de echar la primera mano entró Luis Martín y me dijo "mamá, esto parece una casa de arcilla", me quedé mirando aquel espacio tan pequeño y marrón y pensando "ni de vaina me pongo a echarle otra pintura a esto...total, al dia siguiente vi donde habian quedado sitios que ameritaran una segunda mano y lo que hice fue hacerle unos parchos bien disimulados y asi se quedó como si me hubiera fajado a simular que la casita es de barro.
Simultaneamente a esto llegó un joven que alquilo uno de los apartamenticos, le dijimos que habia que hacerle unos retoques de pintura, el dijo que se ocuparía de esto y lo pintaria a su gusto, yo le hice la aclaratoria que todo estaría bien mientras no fuera rojo o negro...bueno, pintó el cuarto, que es muy pequeño de morado obispo y amarillo, el techo que es azúl empezó a pintarlo y lo dejo empezado y digo lo dejó porque el gran carajo se puso tan impertinente que dijo que se iba y nosotros le devolvimos parte de su plata de deposito y alquiler y ahi tenemos ese apartamentico que no hago sino mirarlo y mirarlo por todas partes y no le encuentro otra solución sino ,o nos aguantamos el morado ,o nos fajamos a pintar eso nuevamente...
Mientras tanto he disfrutado mucho la compañía de mi amiga y su hija de 15 años, quien por cierto esta fascinada con el cuarto morado.
Hemos hecho todo cuanto se hace en una playa...playa y playa y comer y me esta enseñando a bordar en cintas.
Hoy nos fuimos a Las Isletas de Píritu.Despúes de bañarnos bastante en el mar nos fuimos y nos untamos la arcilla azufrada que hay en la isla. Judith estaba fascinada,comimos, bebimos y hablamos con los compañeros de choza, lamentablemente por segunda vez me agarra una tempestad en la isla, quizas esta vez el frio no fué tanto ni la lluvia pero la furia del mar fue inquietante, y lo peor fué que asi nos vinimos. Nos tuvimos que sentar en el suelo de la lancha porque si no habriamos salido volando, los brincos que daba la lancha eran como una Montaña Rusa, no se veía nada de nada, todo nublado de agua y llegamos empapados y congelados que tuvimos que exprimir la ropa y las toallas que llevabamos en la mano. Mis sombreros no se si sobreviviran, ahi estan los pobres humedos y quizas recordando todo lo que hemos rodado juntos y tantos pensamientos que hemos compartido.
Martín nos fue a buscar y cuando llegamos a la casa preparé un chocolate caliente, mi amiga me decia que jamas hubiera pensado que disfrutaría una taza de cholate en un sitio tan caliente como Puerto Píritu, bueno, esas son las sorpresas de esta tierra maravillosa...
Simultaneamente a esto llegó un joven que alquilo uno de los apartamenticos, le dijimos que habia que hacerle unos retoques de pintura, el dijo que se ocuparía de esto y lo pintaria a su gusto, yo le hice la aclaratoria que todo estaría bien mientras no fuera rojo o negro...bueno, pintó el cuarto, que es muy pequeño de morado obispo y amarillo, el techo que es azúl empezó a pintarlo y lo dejo empezado y digo lo dejó porque el gran carajo se puso tan impertinente que dijo que se iba y nosotros le devolvimos parte de su plata de deposito y alquiler y ahi tenemos ese apartamentico que no hago sino mirarlo y mirarlo por todas partes y no le encuentro otra solución sino ,o nos aguantamos el morado ,o nos fajamos a pintar eso nuevamente...
Mientras tanto he disfrutado mucho la compañía de mi amiga y su hija de 15 años, quien por cierto esta fascinada con el cuarto morado.
Hemos hecho todo cuanto se hace en una playa...playa y playa y comer y me esta enseñando a bordar en cintas.
Hoy nos fuimos a Las Isletas de Píritu.Despúes de bañarnos bastante en el mar nos fuimos y nos untamos la arcilla azufrada que hay en la isla. Judith estaba fascinada,comimos, bebimos y hablamos con los compañeros de choza, lamentablemente por segunda vez me agarra una tempestad en la isla, quizas esta vez el frio no fué tanto ni la lluvia pero la furia del mar fue inquietante, y lo peor fué que asi nos vinimos. Nos tuvimos que sentar en el suelo de la lancha porque si no habriamos salido volando, los brincos que daba la lancha eran como una Montaña Rusa, no se veía nada de nada, todo nublado de agua y llegamos empapados y congelados que tuvimos que exprimir la ropa y las toallas que llevabamos en la mano. Mis sombreros no se si sobreviviran, ahi estan los pobres humedos y quizas recordando todo lo que hemos rodado juntos y tantos pensamientos que hemos compartido.
Martín nos fue a buscar y cuando llegamos a la casa preparé un chocolate caliente, mi amiga me decia que jamas hubiera pensado que disfrutaría una taza de cholate en un sitio tan caliente como Puerto Píritu, bueno, esas son las sorpresas de esta tierra maravillosa...